Javier López de Ancos

Roma no se conquistó en un story point

El proyecto de Schrödinger

En determinados proyectos, quizá demasiados, el "nuevo" manadgement nos han empujado a situaciones complejas sobre como organizar los procesos, las personas, los equipos de personas y las cadenas de decisión.

Del cómo, cuándo, quien y porque se toma una decisión técnica, de proceso, de negocio o incluso económica, que afectará en el corto, medio o largo plazo a la organización. Podríamos hablar largo y tendido de ello, es algo que, en cualquier sociedad, empresa o grupo de personas, siempre se ha demostrado que, fuera la opción que se adoptara para facilitar las decisiones, nunca llega a ser del todo una solución realmente óptima.

En los últimos años, según mi experiencia en el paso por multitud de de proyectos, se suele adoptar un planteamiento basado en el cambio de paradigma, las decisiones ya no se toman individualmente, en una organización piramidal, se toman en agrupaciones verticales de personas, la decisión no es individual, es del equipo.

En estas particulares circunstancias se produce el spread del ownership de la toma de decisiones hacia los nodos que conforman esos núcleos de decisión.

La configuración de las decisiones en estos nodos suele darse con diferente causística, con diferentes herramientas, con diferentes ceremonias, con diferentes discusiones, generalmente, todo depende de como de alineado este la agrupación de personas, el equipo.

El problema es que la toma de decisiones de esta forma puede ser ágil, puede resultar democrática, puede se interesante desde el punto de vista motivacional participativo, puede ofrecernos multitud de bondades positivas, pero también nos muestra un gran problema, el proyecto, que sería el caso que nos ocupa, se convierte en el proyecto de Schrödinger, el ownership y el seniority están en todos los sitios y en ninguno al mismo tiempo.

Me explico, en multitud de ocasiones he presenciado conversaciones, hilos en documentos, cambio de impresiones, discusiones, auténticas luchas armados de motivos hasta los dientes en pos de tomar una decisión, algunos defienden sus motivos simplemente por honor, si, como leéis, como si fueran Lope de Vega en la puerta de un convento a las seis de la madrugada espada en mano, otros quizá lo hacen por oscuras intenciones para su carrera profesional dentro del proyecto o de la empresa, algunos por su inconsciencia, también están los que proyectan criterios mas complejos y lo hacen por reacción de defensa ante su inseguridad, por su necesidad de control, los mas veteranos simplemente se meten en la refriega por que por su experiencia, ya han estado en ese punto alguna que otra vez y se equivocaron, en realidad, he visto de todo, bueno, de todo no, nunca vi a nadie defender, exponer, argumentar el porqué de una u otra decisión asumiendo y entendiendo que ésta tiene unas consecuencias mejores o peores, pero consecuencias al fin y al cabo, este es el punto en el que el proceso falla, las consecuencias no forman parte del diseño del ciclo de toma de decisiones.

Y me diréis que si las decisiones las toman un grupo o equipo, las consecuencias deberían asimilarlas ese mismo grupo o equipo, pero esto en mi experiencia nunca es así.

Tampoco es difícil de predecir este comportamiento, no pasa nada, somos humanos al fin y al cabo, el problema es que, nadie tiene la responsabilidad porque el interés por el post mortem, la discusión para aprender del error, la humildad del que se equivocó y pide perdón, no suele ser ahora tan efervescente que cuando era por ponerse una medalla en el pecho.

Tendemos a intentar diluir lo malo mirando a otro lado, a meterlo debajo de la alfombra, en realidad, tendemos a ver un error como un fracaso, como algo sin valor de lo que no se puede aprender, no pasa nada, somos humanos al fin y a cabo.

Me resulta curioso porque en esta profesión del desarrollo de software todo acaba registrado, el código, los commits, la arquitectura, el diseño, los cambios, las prioridades, todo tiene su histórico, todo tiene su porqué, o debería. Creo que sería relativamente sencillo el monitorizar y medir las decisiones y sus consecuencias, configurar diferentes pesos a partir de las conclusiones de estas analíticas en los diferentes equipos, colocar por fin el ownership donde siempre debió estar, a milímetros del seniority, pero ya sabéis que a veces lo mas sencillo puede ser lo mas complicado, no pasa nada, somos humanos al fin y a cabo.